Empieza el Capítulo General XXIV del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora que tiene lugar en la Casa Generalicia FMA en Roma, del 11 de septiembre al 24 de octubre de 2021.
El 17 de septiembre del 2021 se celebra la apertura oficial del Capítulo General XXIV de las Hijas de María Auxiliadora (Salesianas) que, debido a la pandemia del COVID, se ha visto retrasado un año entero. Un evento significativo para todas las Hijas de María Auxiliadora, Comunidades Educativas y Familia Salesiana en el mundo.
El tema del Capítulo General XXIV “«Haced todo lo que Él os diga» (Jn 2,5). Comunidades generativas en el corazón de la contemporaneidad”, explicita el objetivo que el Instituto FMA se propone: despertar la frescura original de la fecundidad vocacional del Instituto.
Todo Capítulo General es un tiempo fuerte de reflexión y de orientación para una búsqueda comunitaria de la voluntad de Dios. En esta experiencia capitular participan 172 salesianas en representación de las más de 11.500 Hijas de María Auxiliadora presentes en 97 países de los cinco continentes. En ellas se hace eco la voz de todas las FMA, Comunidades Educativas, laicos y jóvenes de la Familia Salesiana que han participado en el proceso de preparación con momentos de oración y de estudio.
Este evento tiene la peculiaridad de vivirse en el contexto de la celebración del 150o aniversario de la fundación del Instituto que tendrá lugar el próximo 5 de agosto de 2022. Una familia religiosa nacida del corazón de San Juan Bosco y de la fidelidad creativa de Santa María Domenica Mazzarello que el 5 de agosto de 1872, con el primer grupo de once mujeres jóvenes pronuncian su “Sí”, como María, para ser auxiliadoras con y entre las jóvenes.
Sor Chiara Cazzuola, vicaria general del Instituto y reguladora de este Capítulo General, en una reciente entrevista ha expresado la llamada que como Instituto viven en este momento especial de la historia:
En todos está viva la conciencia de la fuerza generativa de la educación y por tanto el deseo de continuar realizando con audacia la misión educativa que nos hace siempre más disponibles a acoger a los pobres, los pequeños, los que más sufren y necesitan. Esta realidad nos invita en este tiempo inédito de la historia a abrirnos a modalidades nuevas, con la creatividad y el coraje de quien se siente implicado en un gran proyecto de salvación. Como FMA sentimos la urgencia de una profunda renovación vocacional, de potenciar la alegría y la belleza de la llamada, de descubrir la fascinación de nuestra opción de vida.