En nuestro cole creemos firmemente en que, como decía don Bosco, «la educación es cosa del corazón», pues lo que se recibe de ella es también para nosotros el fruto de ese corazón, el que nos viene de vuelta multiplicado por mil. Durante años intentamos que nuestros chicos y chicas sientan pasión por lo que hacen, que cuando aprendan lo hagan con amor y agradezcan lo que Dios les brinda en su vida. María Auxiliadora los cuida y ellos deben sentirse cuidados por nosotros en su nombre, ya no mientras estén en el colegio, sino también en sus vidas personales y familiares, es decir, que cuenten con ella para todo.
Eso nos ha sucedido hace muy poco. Nos enteramos ( y hemos celebrado juntos) que Igor Bellido Mikhailova, antiguo alumno nuestro( acabó aquí hace muy poco su bachillerato) se ha convertido en campeón mundial de Triatlón. Mucho esfuerzo hay detrás de ese reconocimiento, muchos sacrificios y mucha fuerza de voluntad, porque quienes lo conocemos sabemos que es buen alumno, deportista con mayúsculas, muy buen hijo y un joven de corazón enorme. Y llevamos a gala el que nos haga partícipes de sus logros.
Hoy 12 de noviembre ha venido a nuestro cole a dar las gracias a la Virgen por ayudarle en la competición que le ha dado el lugar más alto en el podio ya que el dorsal que recibió fue el 24 sin esperarlo (nos decía que no era muy buen número porque está muy alejado de los primeros) y, sin embargo, como buen devoto, confió en ella, lo consideró toda una señal. Cuenta que se metió en la maleta la imagen de la Virgen en el último momento porque «algo le decía que debía hacerlo» y todo lo demás vino detrás. ¡Se llevó la medalla! Esta mañana ha venido muy temprano y, además de darnos los Buenos Días a toda secundaria y bachiller, se ha quedado el tiempo que ha podido para charlar con los chavales y contar su experiencia ¿qué más podemos pedir?
Estamos agradecidos de que nos haya dedicado su tiempo, de que haya disfrutado mucho de la breve visita al que será siempre su colegio y de que a los profesores nos haya brindado palabras de cariño y agradecimiento recordando nuestro apoyo para seguir su camino, que no es fácil, pero es el que le hace muy feliz, su sueño: ser muy bueno en su deporte.
Y todos nosotros deseamos que siga avanzando en su objetivo, nos sentimos orgullosos de él y por eso, le apoyaremos siempre, tendrá siempre un lugar especial en nuestro corazón, y me reitero en la idea de principio: la educación es cosa del corazón y nuestro corazón está dividido entre cada uno de los alumnos y alumnas que han estado y están con nosotros. Está claro que ese ha de ser nuestro fruto: muchos corazones unidos en Don Bosco y María Auxiliadora, muchos corazones que nos queremos y nos deseamos siempre lo mejor ¿Hay mejor regalo?
Chari Borrego